“SED NUESTRO AMPARO Y CONSUELO”
“Por orden del señor Alcalde se hace saber: que el día 13 de mayo
(1.949) llegará a la Villa de Albalate del Arzobispo, la Muy Venerada Imagen de
Ntra. Sra. la Virgen de Fátima, acompañada por las Autoridades Eclesiásticas y
Civiles.
Con tal motivo el señor Alcalde ha dispuesto que ese día sea festivo
para celebrar como se merece tamaño acontecimiento.
Se pide la plena colaboración de los vecinos para engalanar ventanas y
balcones, y especialmente las calles por donde se mostrará la Sagrada Imagen de
Fátima.
Lo que se hace público para general conocimiento”.
No había lugar a dudas. El
acontecimiento era muy importante. El pregonero había dado tres toques de
corneta al principio y al final del bando.
Los chicos nos poníamos
frente al pregonero observando y escuchando el mensaje.
En las principales esquinas
de las calles del pueblo se colocaba en un lugar bien visible y bien audible el
Mensajero de la Autoridad.
Observábamos cómo el tio
Joaquín hinchaba el pecho y cerraba los ojos para sacar buen chorro de voz en
su recitado semi-musical, y para recordar mejor el texto del bando que se le
había dado para trasmitirlo a los vecinos.
Cuando pregonaba no miraba
a nadie. Nosotros lo mirábamos con atención y curiosidad observando los
movimientos de su boca y el aspecto de su cara.
El tio Joaquín era un
hombre muy querido y respetado porque era una persona llana, sencilla y
acogedora. Destacaba la claridad de su voz y los tiempos bien marcados en la
exposición de lo que trasmitía.
¡Movilización general!
No había tiempo que perder.
Todo el que lo deseaba, tanto del Cantón Curto como de la Cuesta de Las Losas y
Calle del Molino, acudían al patio de la Asunción “la Bonifa”. Allí se organizó
todo. Se nombró una administradora quien se encargaría de recoger las
aportaciones voluntarias para comprar materiales para el trabajo que había que
realizar. Si el lugar resultaba pequeño se ampliaría el espacio de trabajo con
el cercano “patio grande”.
El patio grande estaba
(está) en el “Rincón del tio Albardero”, a quince metros del patio de “la
Bonifa”, en la calle del Molino.
En todas las calles y
barrios se organizaron de una forma similar.
El “Patio Grande”
constituía un espacio común para tres viviendas unifamiliares, que más que
adosadas, estaban “ensambladas”.
Ello era debido, según mi
opinión, a que en el transcurrir de los tiempos una vivienda vendía a otra
alguna habitación ante las necesidades de cada familia. Unas viviendas ganaban
habitaciones y otras las perdían teniendo en cuenta las circunstancias del
momento. Se cerraba una puerta para unos, y se habría otra puerta para otros.
Por ejemplo, uno de los solanares de mi abuelo, el que daba hacia el sur, caía
encima del dormitorio de otro vecino. El solanar que daba al cantón era oscuro
y sombrío. Por eso en su día se le añadió uno nuevo que le diera abundantemente
el sol.
El que tenía poder
adquisitivo compraba espacio de habitabilidad y el que escaseaba de recursos vendía.
Allí vivían pues, en el
Patio Grande, la tia Isabel “la Pepineras”, la tia Paulina “la del Horno” con
su hija Magdalena, y la tia María “la del Jacinto”, que era tía de Encarna
Arnas, organista de la parroquia. Había más miembros en las familias, como por
ejemplo un señor que estaba enfermo en silla de ruedas, pero no recuerdo sus
nombres. Además había un pasadizo hacia el horno de pan cocer que lo regentaba
Magdalena.
Con lo aportado por los
vecinos se compraron pliegos de papel fino de colores: blanco, rojo, amarillo,
azul, verde…, para confeccionar las guirnaldas, cadenetas, banderolas, flores
variadas multicolores. Confeccionamos un gran rosario de flores que mi hermana
conservó durante muchos años.
Unos cortaban las tiras de
papel. Otros manipulaban el engrudo o “maseta” de harina para pegar lo que
otros iban ensamblando. Cuando el pegamento se había secado, se recogía en
grandes canastas hasta el día de su colocación en las calles. Todo el pueblo
unido en un mismo objetivo: recibir la Imagen de Fátima.
Se hizo un gran Arco en la
calle de Las Losas desde la esquina del Serón (chaflán con el Cantón Curto)
hasta la fachada de enfrente, la panadería de la señora Jacinta. Otro se hizo
en la entrada de la calle del Molino. Un tercero en el comienzo de la calle de
Roma, y un cuarto al inicio del Barrio Bajo. Y así en todas las calles por
donde iba a pasar la Virgen de Fátima.
Los arcos estaban
confeccionados con ramas de laurel, ciprés, olivo y pino. Además se añadieron
las correspondientes cadenetas de papel de colores, banderolas y muchas flores.
Todo el pueblo estaba
precioso. Era desconocido. Todos nos sentíamos importantes al caminar por
aquellos escenarios “de película”.
El Almudín, en su tiempo
Alhóndiga del Ayuntamiento, estaba forrado de hiedra y flores, pues allí se
expuso la Imagen antes de continuar hacia la salida del pueblo por la cuesta de
Las Losas que termina en la placeta del Puente sobre el río Martín.
Virgen de
Fátima
Esa mañana de mayo todo el
pueblo olía a “calles recién barridas, a las ramas recién cortadas y a flores”.
Muchas flores por todas las calles. Cuando la Virgen y su séquito entraba al
pueblo por la plaza del Convento las campanas eran volteadas con fuerza en la
torre de la iglesia, y bajo su sonido envolvente se escuchaba:
El trece de Mayo en “Cova da Iria”
Bajó de los cielos la Virgen María.
Ave, ave, ave
Maria
Ave, ave, ave
Maria
Desde el Convento hasta el
Almudín del Ayuntamiento, y desde éste hasta la plaza del Puente, donde se despedía
a la Comitiva camino de Ariño, Alloza, Andorra y Alcorisa, fue un gran clamor
de entusiasmo y fervor hacia la Virgen. Un sueño. Durante todo el recorrido,
guirnaldas, banderas, arcos en todas las bocacalles nos trasportaban a un lugar
de sensaciones maravillosas.
En mayo de 1.917 en una
zona llamada “Cova da Iría”, cerca del pueblo de Fátima en Portugal, según está
escrito, la Virgen se apareció a tres pastorcitos llamados Lucía, Francisco y
Jacinta.
Algo ocurrió de una forma
similar en Lourdes (Francia) con la también pastorcita Bernardita Soubirous
cuando, igualmente está escrito, se le apareció la Virgen el 11 de Febrero de
1.858.
Estos relatos son
relativamente recientes, pero hacía muchísimos años que las leyendas sobre
apariciones de la Virgen a humildes pastorcitos se prodigaban por toda Europa.
En nuestro caso la historia de la aparición de
la Virgen de Arcos se remonta, al menos en el campo de los documentos escritos,
al año 1.737 en que Roque Alberto Faci hace referencia en su libro “IMÁGENES
APARECIDAS”: “Es tradición constante
en la villa de Albalate y lugar de Ariño que se apareció Nuestra Señora a un
pastor que, en una noche oscura vio a la mejor luna, María Santísima, rodeada
de luces… Esta es la tradición recibida desde siglos antiguos”.
Es lo que nos dice el
profesor José Manuel Pina Piquer en su Historia de Albalate del Arzobispo, cuyo
episodio comienza titulando: “El extraño Caso del Pastor Natalio”. Dice que fue
Manuel Bercebal, coadjutor de la parroquia y capellán del santuario de Arcos
(1.893) quien habla por vez primera del pastor Natalio.
El albalatino Fray Ignacio
Luzán, en 1.735, abad del Monasterio de Piedra, -sigue diciendo Pina Piquer- ,
“había intentado explicar en un sermón la razón por la cual a la imagen de la
Virgen se le llamaba de Arcos, haciendo referencia al pueblo abandonado”. Pina
Piquer cita al sacerdote Vicente Bardaviu Ponz, autor de “Estaciones
prehistóricas y poblados recientemente descubiertos”. Zaragoza, 1.918.
A mosén Vicente le gustaba
contar que la fecha en la que se apareció la Virgen de Arcos fue en 1.120. Pero
hace también referencia a una imagen que él conoció y que estuvo en la iglesia
del pueblo de Arcos antes de que éste fuera abandonado (1.348) por causa de la
Peste Negra. Imagen que apareció entre los escombros de lo que había sido la
iglesia del pueblo de Arcos.
Por otra parte nos consta
que fue el obispo Rodrigo de Alcones quien compró la villa Darchos en el año
1.246.
Anteriormente, en 1.205 el
rey Pedro II concede el derecho de abrir mercado al obispado de
Zaragoza-Albalate. Ello le proporcionaría abundantes ingresos para comprar
tierras aladañas a Albalate como Almochuel (1.242), y El Cardadal (1.243),
proporcionando nuevos ingresos por las cosechas de cereales.
(Nota: si alguien desea cultivar
la imaginación en este terreno y salvando las distancias, recomiendo que se lea
la novela del género llamado histórico, “Los Pilares de la Tierra”, de Ken
Follet).
Hace muy bien Pina Piquer
puntualizando en su Historia lo que Bardaviu Ponz “imagina con un ardiente
deseo de su fe lo que para él fueron hechos, sino milagrosos, sí maravillosos”.
(El entrecomillado es mío”).
Una cosa es la Historia y
otra cosa es la Leyenda.
La Historia intenta
demostrar documentalmente los hechos.
La Leyenda intenta
transmitir de padres a hijos su fe, sus deseos, y sus ilusiones.
Son dos cosas distintas.
La Historia tiene fuerza
documental.
La Leyenda tiene fuerza
moral.
Pero no se puede confundir
una y otra.
Capilleta
de la Virgen de Arcos en la Cuesta de Las Losas
A lo largo de la Edad Media
proliferaron las apariciones de la Virgen y se construyeron innumerables
Santuarios.
Sobre el tema hay muchas
versiones. Por ejemplo una teoría es la que intenta demostrar Margaret
Starbird, graduada por la universidad de Maryland (EE.UU.) en su libro “María
Magdalena y el Santo Grial”. Para ella todo comenzaría cuando…
Un buen día llegaban al
Delta del Ródano (Francia) dos mujeres y un hombre procedentes del Delta del
Nilo (Egipto). Llegaron en un frágil barco desde tierras donde sus habitantes
eran negros. Existe un pueblo en la ribera del mediterráneo llamado
“Les-Saintes-Maries-de-la-Mer” en la margen derecha del Ródano que de padres a
hijos han ido transmitiéndose la Leyenda que da nombre al pueblo. Dice Margaret:
“En la ciudad Les-Saintes-Maries-de-la-Mer, en
Francia, se celebra cada año del 23 al 25 de Mayo una fiesta en una capilla en
honor de santa Sara la egipcia, llamada también Sara Kali, la “reina negra”.
“Fiesta que se remonta a la Edad Media, y que se celebra en honor de un niño
“egipcio”, que acompañaba a María Magdalena, a Marta y a Lázaro, que llegó con
ellos en un pequeño barco, que atracó en el lugar el año 42 d. C.” .
Según Margaret, en los
primeros siglos se veneraba a la “apóstol” de Jesús de Nazaret María Magdalena.
Parece ser que en las primeras Comunidades Cristianas María Magdalena era una
autoridad, según estas interpretaciones, autoridad paralela a Pedro y Pablo,
Estas imágenes “negras” harían referencia al “apóstol” María Magdalena, la “negra”.
Se veneraba pues a la “Virgen Negra”. Se
recordaba a María Magdalena. Ello ocurría principalmente en la Provenza
Francesa entre los cristianos llamados Cátaros.
A partir del año 1.209,
Roma se opuso a este culto a la Magdalena, e hizo todos los esfuerzos para
sustituirla por María, la Madre de Jesús. A ello contribuyó muy mucho la
Inquisición que se instituyó formalmente en el año 1.233.
Las Vírgenes Negras
pasarían a ser las imágenes que representarían en lo sucesivo a la Virgen
María, en sustitución de María Magdalena.
Según Starbird, Santa
Bárbara, prisionera en la torre de un castillo por su padre, noble pagano de
Siria, para impedirle que se hiciera cristiana, y una vez liberada, llegaría de
pueblos extranjeros o “bárbaros”, podría ser otra forma de llamar a María
Magdalena, quizás por miedo a la Inquisición.
Pero todo es Leyenda.
Capilla de
la Virgen de Arcos en la iglesia parroquial. Bendecida en el año 1.765.
Volvamos a lo nuestro. Para
mí es interesante la idea de que la Virgen “se aparezca” a humildes
pastorcillos. Está en consonancia con el fondo de todo el Evangelio de Jesús.
No son los sabios y poderosos en “posesión de la verdad”, y del poder, los que
tienen primacía en el nuevo Reino de Dios y su Justicia, sino los pobres, humildes
y necesitados. Recordemos “el elemental programa político” de Jesús de Nazaret
y por el cual se jugó la vida: “Bienaventurados los pobres, hambrientos,
perseguidos, enfermos…, porque ellos serán hijos de Dios”. “Reino de Dios y su
Justicia” para los que no se hace justicia en esta “tierra que es de todos”,
porque los Potentados se la han apropiado en exclusiva.
Esto es lo importante a mi
modo de ver. Y esto es lo que nuestros predecesores creyeron y veneraron en sus
rezos y cánticos.
Virgen de Arcos Soberana
Sed nuestro amparo y consuelo.
Así lo hemos cantado
siempre en los Gozos a la Virgen de Arcos.
En el mes de Mayo, después
de cenar, nos reuníamos bajo la Capilleta de la Virgen, en la fachada de lo que
entonces era la carpintería del Tirado, y cantábamos los Gozos, la Salve y el
Himno a María de Arcos.
Se pedía la protección de
María ante las tempestades, enfermos de lepra, males contagiosos, plagas de
langosta, sequías persistentes, ciegos, baldados, heridos, y en definitiva se
pedía consuelo para “el triste y desconsolado”. Por lo que catábamos gritando
con fe:
Vecinos de Albalate
Llegaos a porfía
Rindiéndole a María
Un corazón de amor.
Uno podrá creer o no en las
apariciones de la Virgen, pero creer en que el Reino de Dios y su Justicia (esencia
fundamental del Evangelio), o empieza con los de abajo, con los más débiles, o
no cree en el Mensaje de Jesús, que en definitiva es el comienzo de todo lo que
creemos.
La idea de las apariciones
de la Virgen se concreta, no en Palacios como el de Versalles, ni del Pardo, ni
de la Moncloa, ni del Quirinal, ni tampoco en el Palacio del Vaticano, sino en
humildes pastorcillos que habitan en pobres viviendas. Y me refiero a palacios
según el significado que el Diccionario de la RAE nos da: “Casa destinada para
residencia de los reyes. Cualquier casa suntuosa, destinada a habitación de
grandes personajes. Casa solariega de una familia noble”.
No era de extrañar que los
albalatinos creyeran en la aparición de la Virgen de Arcos al pastorcillo
Natalio. Mi abuelo me lo contaba, y todavía sigo recordándolo con gran cariño.
Se sentían identificados no solo con el zagal Natalio, sino también con la
Madre. Son ideas y valores que no podemos olvidar.
Que se apareció la Virgen,
es Leyenda.
Que lo creyeron nuestros
antepasados, es Historia.
Zaragoza, Mayo de 2.008.
BIBLIOGRAFÍA:
HISTORIA
DE LA ANTIQUISIMA VILLA DE ALBALATE DEL ARZOBISPO, del Doctor D. Vicente
Bardavíu Ponz. Tip. de P. Carra. Plaza del Pilar (Pasaje). Zaragoza. Año 1.914.
DE
ILUSIONES Y TRAGEDIAS. HISTORIA DE ALBALATE DEL ARZOBISPO, de José Manuel Pina
Piquer. Edita Ayuntamiento de Albalate del Arzobispo. Año 2.001.
SANTUARIO
DE ARCOS DE ALBALATE DEL ARZOBISPO y Novena de la Virgen, de Manuel Bercebal
(1.893). Edición de 20 de Septiembre de 1.991.
MARÍA
MAGDALENA Y EL SANTO GRIAL- La verdad sobre el linaje de Cristo, de Margaret
Starbird. Editorial Planeta S.A. Año 2.005.
LA
MAGDALENA. El último tabú del Cristianismo, de Juan Arias. Santillana Ediciones
Generales, S. L. Madrid 2.005.
MARÍA. Esa
gran desconocida, de Juan Arias. Maeva Ediciones. Madrid 2.005.
NUEVA
BIBLIA ESPAÑOLA. Preparada por Luis Alonso Schökel y Juan Mateos. Ediciones
Cristiandad S.A. Madrid 1.975.
JESÚS.
Aproximación histórica, de José Antonio Pagola. PPC Editorial y Distribuciones,
S.A. Madrid 2.007.
LOS
PILARES DE LA TIERRA, de Ken Follet. (1.992). Random Hous Mondadori, S.A.
Barcelona. Enero, 2.008.
DICCIONARIO
de la Real Academia Española. Madrid 1.998.
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