domingo, 5 de junio de 2016

OCTUBRE, 2012

¿Qué se fizieron las damas, sus tocados e vestidos, sus olores? ¿Qué se fizieron las llamas de los fuegos encendidos de amadores? ¿Qué se fizo aquel trovar, las músicas acordadas que tañían? ¿Qué se fizo aquel dançar, aquellas ropas chapadas que traían?

OCTUBRE, 2012

2 de octubre

Mi padre se llamaba Ángel y hubiera cumplido hoy 108 años. A la cadena del clan familiar le ha crecido un nuevo eslabón, una nueva vida que seguirá sembrando esperanzas tan necesarias hoy día. De momento, ese cuerpecito tan delicado se conforma con mamar, manchar pañales y llorar cuando siente hambre o la limpian.
Pero el país sigue con sus graves problemas. El paro sigue aumentando, y a los emigrantes que no tengan "papeles" reglamentarios, se les obliga a poseer un seguro particular si quieren ser atendidos por la Seguridad Social. ¡Qué ironía! Si para comer tienen que buscar ayuda en Cáritas y en otros centros sociales, de dónde van a sacar cien euros mensuales para pagar ese hipotético seguro. En el Centro de Salud Delicias, y en el del Casco Histórico de San Pablo, han dado de baja numersas cartillas pertenecientes a estas familias.

4 de octubre
Un nuevo Centro Comercial ha sido inaugurado en nuestra ciudad. Bajo el rimbombante nombre de "Puerto Venecia" las autoridades locales testificaron con su presencia la bienvenida. El director del macrocentro explicó en una emisora local que el espacio no es solo un lugar de compras, sino también un sitio en donde toda la familia puede pasar un día completo, gozando de las muchas atracciones que tiene. Añadiendo que su funcionamiento ha creado 3.000 puestos de trabajo y aspira a que la cifra aumente. ¿De verdad se cree lo que dice? La mayoría son trabajos temporales de baja remuneración -bienvenidos sean- que llevan consigo la eliminación de otros puestos en el pequeño comercio. Zaragoza, con más del 40% de población jubilada, y un 10% de inmigrantes, no creo que acudan ni para comprar ni para divertirse. Nos quedamos en nuestros barrios y pediremos que mejoren las aceras, limpien mejor las calles, cuiden los raquíticos jardines y mantengan los servicios sociales que poco a poco nos van recortando. La ciudad consolidada de tipo europeo la están sustituyendo por el americano: empleo continuo del coche particular para poder desplazarse.

5 de octubre
A mi nieta ya le han dado de alta en la Seguridad Social. Ya está codificada con un número cuya validez -explica el documento- le sirve hasta el año 2034. Ella tendrá entonces 22 años, una edad privilegiada para mirar al mundo con descaro. ¡Cuánto daría por poder verla y preguntarle si se acuerda de mí!
Me lo comunicó una carta en sobre azul con membrete oficial en correo certificado: Jaime Gosanva Zanipa, Maestro Nacional por oposición, ya no es Jaime Gosanva Zanipa. Es el pensionista número 131131 de la Serie 12, Grupo EC, apartado 14 Bis, de un registro electrónico que guarda en su cerebro todos los datos de su vida: nacimiento, estudios, trabajos, nóminas, multas...
Desde entonces le dirigen a distancia con Telegramas, Leyes, y Avisos. En la Nómina Automática de peces hambrientos de cebo azul, morado, verde y rojo ocupa un lugar muy bajo. Con promesas que se evaporan en el espacio, tal vez suba en la escala inaccesible de los privilegiados. Pero está de suerte. Es hombre capicúa por los cuatro puntos cardinales y lo pueden dividir por once en un cociente exacto: redondo.
:-.:--. ... - : ¡Aló! ¡Aló! ¡Aló! La señal me llama; ya no puedo pensar. La correa me lleva al engranaje: - - -. ---. : 131129 - - - - 131130 . . . 131131 - - ¡Alto! ¡Alto! Ese soy yo. Ya voy, ya voy, ya vo. . . . . 131131 . . . . 131131 . . .1311.


6 de octubre
Hoy comienzan las fiestas del Pilar. Nueve días que si el tiempo acompaña llenará de jolgorio las calles del centro de la ciudad en donde las peñas, la música popular e improvisados artistas, se adueñan del territorio. Qué distinto, y que gris, hace 50 años cuando se iniciaban con la solemne coronación de la Reina y sus damas de honor en una gran gala en los salones del Casino Mercantil, seguido de un baile para un público seleccionado entre la burguesía zaragozana. Las Fuerzas Vivas de la ciudad - alcalde, gobernador civil, capitán general, jefe de policía- ponían con su presencia ese glamur artificial que ellos se inventaban; el pueblo llano se tenía que contentar viendo los colorines de unos fuegos artificiales mortecinos que ahuyentaban a las palomas de la entonces recoleta plaza del Pilar. Sería el circo Atlas de los Hermanos Tonetti, los alegres charlatanes, las marionetas y los autos de choque, junto a la Tómbola de la Caridad y los Gigantes Cabezudos, los únicos alicientes con los que podía distraerse el personal. Hoy, afortunadamente, las diferentes asociaciones vecinales, pueden sugerir al Ayuntamiento la celebración de algunos actos. Sin embargo, la crisis que nos envuelve convierte a los ciudadanos, como ocurría antaño, en clases bien diferenciadas: los que tienen un trabajo, los que temen perderlo y los que hace tiempo que lo perdieron y viven de la caridad. Y en la cumbre de la pirámide los políticos votados democráticamente pero que olvidan la misión para la que fueron elegidos; no sintiendo remordimiento por celebrar una comida para homenajear a los alcaldes de la provincia cuyo coste (30.000 €) sale de las arcas de la Diputación Provincial zaragozana.

8 de octubre
Hoy he paseado orgulloso a mi nieta por el Paseo Calanda. Su cochecito me ha servido de apoyo para caminar bajo la atenta mirada de sus padres que detrás de mí seguían. Me he sentido rejuvenecer recordando la primera vez que paseé, hace ya 48 años, a mi hija. Entonces, un futuro por descubrir me daba energía y ponía esperanza en un camino que había que recorrer para conquistar las mejoras sociales de las que se carecían. Durante el corto paseo las hojas de los plataneros caían con parsimonia sobre nuestros pasos. Las vistosas adelfas, que ponían su colorido en la platabanda durante el verano, se van quedando viudas agarradas a su perenne verdor. El otoño ha entrado de lleno. Muy pronto los indigentes volverán a ocupar al anochecer los cajeros de los bancos, buscando refugio para sus castigados cuerpos.


11 de octubre
A qué extremos estamos llegando. Cruz Roja Española celebró ayer el Día de la Banderita. Por primera vez en su historia los fondos recogidos servirán para ayudar a más de 300.000 familias españolas que viven en la indigencia. Nos dicen que uno de cada cuatro niños españoles vive en la pobreza al estar todos miembros de sus familias en paro; la ayuda de los abuelos a sus hijos y nietos palian en parte esta extrema situación; en una parroquia sevillana los sacerdotes solicitan que lleven alimentos en lugar de flores. Si el importe que los oferentes gastarán mañana en la ofrenda a la Virgen del Pilar se dedicara a comprar alimentos, o subvencionar otras necesidades, se solucionaría durante un año las extremas carencias de los centros sociales de la ciudad. Paradójicamente, algunos restaurantes se han comprometido en colaboración con Caritas a dar de comer y cenar gratuitamente cada día a un número determinado de personas; donde el Estado no llega es la sociedad civil la que trata de paliar el problema. Estamos llegando a los tiempos del Auxilio Social de la posguerra cuando miles de familias acudían a Centros específicos en donde poder comer y recoger ropa. La mayoría de los fondos necesarios salían de la postulación obligatoria que las personas mayores de edad pagaban para entrar en todos los espectáculos públicos. Pero a aquella situación de hambre y miseria se llegó tras haber padecido la más cruenta guerra civil de la historia. Ahora, en solo cuatro años, como por arte de magia se ha pasado de vivir decentemente a padecer una situación de penuria. Y lo más triste es que los responsables -bancos, políticos y capitalistas defraudadores- no pagan las consecuencias de sus acciones.
Hubo un tiempo no muy lejano en que el trabajar era un medio de ganarse la vida para conseguir una estabilidad personal y económica. Y lo que cada uno realizaba en su empresa servía para que los dueños valoraran tu esfuerzo y pudieras ascender profesionalmente para enseñar a los nuevos que entraban. La empresa era como una familia; los dueños y los operarios caminaban juntos para que el cliente se sintiera satisfecho. Hoy día, la mayoría de las empresas son entes de los que se desconocen quiénes son sus dueños; el trabajador es un número al que pueden eliminar con cualquier excusa quedando completamente desamparado, siéndole muy difícil encontrar un nuevo trabajo. Ni su experiencia ni su formación le servirán, a no ser que acepte recibir una renumeración menor y más horas de explotación; la depresión y la angustia pronto entrarán en el cerebro de muchos despedidos.

14 de octubre
Mi nieta ya lleva pendientes. La comadrona le ha agujereado sus orejitas y le ha colocado dos diminutos aros dorados que han puesto en su rostro un nuevo resplandor. Qué guapa la veo. La observo detenidamente en su cuna y los movimientos inconscientes que realizan su boquita, sus ojos y su manos, son gestos que vienen del infinito celeste buscando la conquista de los que la rodeamos. Y lo consigue. Hay que tener fuerza suficiente para evitar cogerla y lamerla a besos.
El primer beso en su frente -todavía rosada y con olores maternales- lo deposité con la turbación del enamorado que tiembla y se enrojece. Fue suave, apenas un simbólico roce; no quería manchar con mis labios tanto resplandor: momento eterno que puso en mi alma el misterio de la vida. El corazón, alborotado, trasladó su rubor a mis mejillas.

16 de octubre
Los accidentes de tráfico en la avenida Navarra con el cruce del paseo Calanda son cuantiosos. Son muchos los vehículos que quieren aprovechar la apertura del semáforo cuando el otro está en ámbar y llega el choque inevitable: ya he visto morir a cuatro personas. Pero también los peatones son culpables de ello; su costumbre de atravesar la avenida fuera de los semáforos, ha formado una senda en el césped de la mediana que cada vez se ensancha más: un "acorze" que por adelantar dos minutos puede perderse una vida. Eso le pasó a la vecina del sexto B; siempre utiliza este camino para cruzar rehuyendo el paso de cebra que se halla a cincuenta metros. Ayer, con el césped recién regado, la senda de tierra estaba aguachinada. Cuando llegó, sus zapatos quedaron embarrados y al pasar a la calzada resbaló cayendo al suelo. Un coche que venía por el lado opuesto llegó hasta ella y dio un frenazo tan fuerte que todos los vecinos salimos al balcón asustados. Junto a la ruedas delanteras quedó la señora recibiendo los improperios del un conductor exaltado. Afortunadamente todo quedó en un susto, aunque al día siguiente la vi caminar con la ayuda de una muleta. Pocos piensan que la vida vale más que su tiempo.

19 de octubre
No me gusta el cariz que están tomando los acontecimientos con los que cada día nos despertamos. Al constante empobrecimiento de los más necesitados se unen las continuas manifestaciones -todas muy justas- que diferentes colectivos realizan un día sí y otro también. Sin embargo, en la huelga de tres días que el Sindicato de Estudiantes ha realizado, una minoría ha cruzado la raya roja de lo permitido. Un grupo de jóvenes entraron violentamente en un colegio salesiano de Mérida y al grito de: "Dónde están los curas que los vamos a quemar" y "Fuera crucifijos", han violentado las clases y el comedor del centro destruyendo material didáctico y produciéndole daños a una profesora de Primaria. Si la huelga es un derecho constitucional, también es un derecho respetar a quien no participe en ella. Que en el siglo XXI se produzcan estos hechos nos trasladan a los años treinta del siglo pasado, preámbulo de la nuestra trágica Guerra Civil. Si los políticos han causado la degradación y el estado de emergencia en muchos sectores de la sociedad, otros políticos tienen la misión de buscar la salida del túnel uniendo sus fuerzas, aunque observo que no todos están dispuestos. Así, en una tensa disputa en las Cortes de la Comunidad de Madrid, un diputado socialista le recordaba a otro del Partido Popular que "sus abuelos robaron la infancia a millones de españoles, y ustedes, que son sus nietos, les quieren robar la jubilación". Estas palabras fueron contestadas por su oponente diciéndole en tono furioso: "Usted no ha podido curarse del cáncer del odio y el rencor de tiempos pasados; sus palabras le ponen en evidencia". Y si a esto añadimos que un político de CIU manifestó que los Mossos de d'Esquadra se pondrían del lado de Cataluña si el Estado español enviaba a militares para impedir la independencia, nos hace recordar la tensión que llevó al pueblo español a un enfrentamiento entre hermanos. Ante esta situación ¿qué podemos hacer los jubilados?

21 de octubre
No hizo falta las rogativas para que llegaran las lluvias. Llevamos dos días bajo los efectos de una gota fría que ha descargado con furia en el Alto Aragón cientos de litros por metro cuadrado, aportando a los pantanos el agua que a gritos pedían. Pero esta desbordante magnanimidad ha dejado en algunos pueblos cuantiosos daños. La naturaleza es así; su comportamiento sigue los ritos de un calendario ascentral y asilvestrado que de cuando en cuando nos sorprende con actos peligrosos que solo ella conoce; su reloj marca el tiempo invisible que a los mortales desconcierta. Los cauces de los ríos buscan sus antiguos recorridos y se cobran el peaje por haber invadido sus orillas; la avaricia del hombre olvida derechos adquiridos.
A través del balcón observo complaciente la plácida lluvia que cae lentamente sobre el jardín de la mediana de la avenida. Qué placer escuchar su música y respirar la humedad que mis sentidos palpan Son los ruidos de los coches los que rompen la melodía de esta sinfonía inacabada que repiquetea, suavemente, en los cristales de algunas ventanas. En los campos, este monótono lamento es el canto que le dará a la tierra nueva fuerza para crear vida. Curiosamente, en la misma semana -paradojas de la naturaleza- los agricultores han pasado de pedir al Gobierno ayudas por la sequía a solicitarlas por zona catastrófica debido a las inundaciones.

24 de octubre
A veces pienso que me he convertido en un robot. Tengo tan programados mis actos a lo largo del día que cuando alguno no se cumple siento como cierto desequilibrio emocional. La hora de levantarme y acostarme; las comidas, el aseo corporal y sus necesidades; la lectura diaria de la prensa, la toma controlada de los medicamentos, escribir este diario, pasear por el balcón y el pasillo de casa, o en la cercana calle cuando el tiempo lo permite. Todos estos actos, realizados a tiempos programados, se han convertido a lo largo de los últimos años en acciones que solo se desvirtúan cuando algo inesperado las entorpece. Sin embargo, desde que nació mi nieta nació también en mí una nueva obligación que con ansiedad busco y espero: ver su carita angelical que día a día va mostrando nuevos gestos y nuevos rasgos físicos que me hacen rejuvenecer. Ayer la miré más detenidamente y, ¡oh sorpresa! sus ojos seguían los movimientos de mi dedo índice al mismo tiempo que una inesperada sonrisa puso en mi corazón una vibración extraña. Sé que no me entiende, pero le hablo con voz y gestos infantiles volviéndome -¡ojalá!- infinitesimal. Por de pronto ya he colocado en mi despacho dos fotografías que con frecuencia miro.


25 de octubre
El tiempo ha empeorado de improviso y las casas se quedan frías; espero que no tarden en encender la calefacción comunitaria. Desde que se cambió la caldera de carbón por la de gas, los radiadores se calientan más rápidamente; en cambio, cuando se apagan a las diez de la noche, enseguida se enfrían; asunto importante este que no ocurría con la antigua que mantenía el calor dos o más horas hasta que las brasas se convertían en ceniza.
Para los jubilados del barrio, la ausencia del Centro Cívico Delicias, clausurado hace dos años para restaurarlo y ampliar sus dependencias, creó un grave problema. Ahora que ya no apetece estar sentado por bancos, ni pasear mucho tiempo por las aceras, se echa en falta; en el Centro se refugiaban las personas mayores para leer la prensa, jugar a las cartas, tomar un café y cambiar impresiones. El edificio ya hace seis meses que está terminado pero, oh casualidades, la estrechez económica por la que pasa nuestro Ayuntamiento impide amueblarlo debidamente. Dicen que su apertura llegará antes de las Navidades, espero que así sea. Personalmente he salido perjudicado con la construcción de la mencionada torre: me ha quitado la visión que tenía del lejano horizonte y de parte de la estación Intermodal. Cuando llegué a esta casa, hace 47 años, veía los montículos de La Muela y toda la sierra del Moncayo; poco a poco me fueron quitando bonitos fotogramas de atardeceres incendiados hasta dejarme únicamente una estrecha franja de naturaleza lejana.

26 de octubre
Ayer oí un sonido lejano que me era familiar. Cuando sentí que se acercaba salí al balcón a buscar su procedencia pero no pude localizarlo: era el sonido de las grullas que atravesaban el cielo de la ciudad buscando el camino hacia la laguna de Gallocanta. No pude verlas. Me contenté con escuchar su original trompeteo de amor que desde lo alto sembraban.


27 de octubre
Esta noche se realiza el cabio de horario. A las tres de la mañana regresaremos a las dos. Así, por arte de magia, un truco invisible nos hace rejuvenecer una hora. Qué misterioso resulta saber a las dos qué va a ocurrir en el espacio de una hora que ya hemos vivido. Sería estupendo tener esa posibilidad de conocer con una hora de adelanto qué hechos nos van a suceder. O mejor no. Dejemos que la vida siga su ritmo normal y no castiguemos a la mente con raras imaginaciones.
A mi nieta le estoy comprando los cuentos que un periódico ofrece todos los domingo a sus lectores. Son más de veinte títulos que su padre le guarda en una mini biblioteca en su cuarto; habitación cuyas paredes tiene dibujadas escenas de animalitos y plantas realizados por su tío, pintor, hermano de su madre. Desconozco si cuando sepa leer estos libros estaré yo para enseñarle a vocalizar bien las palabras y darles la entonación adecuada; única forma de que la lectura emocione y enganche. Leer, qué placer cuando las palabras nos descubren nuevos sensaciones y espacios. Y qué placer será poder escuchar de una boquita el lento silabeo de las primeras vocales. Ayer cumplió su primer mes y acudió a la consulta de la pediatra. La auscultación completa que le realizó ha sido satisfactoria; la niña se ha engordado lo que corresponde a su edad al igual que su crecimiento. Cuando vuelva dentro de un mes ya le pondrán las primeras vacunas; ¡qué pronto comienzan a martirizarla!

29 de octubre
Y la historia se repite. Lo que hace seis meses realizó un ciudadano griego quitándose la vida para evitar buscar comida en la basura, ha vuelto a ocurrir en una ciudad española, Granada. Y el protagonista no es un jubilado sino una persona de 53 años que se ha ahorcado en el patio de su casa. Decisión que tomó horas antes de que la policía judicial fuera a proceder al desahucio por no pagar los recibos mensuales de su hipoteca. Y lo ha realizado en silencio, en la soledad de su amargura por no poder cumplir a lo que se comprometió; la deficiente marcha de la papelería-librería que tenía en los bajos de su vivienda sufrió la crisis Malos tiempos para los que tienen negocios relacionados con la cultura. Esta nueva víctima no dejó nada escrito como lo hizo el anciano griego; ni siquiera se lo comunicó a la familia que desconocía su angustiosa situación. ¡Cuántas veces la realidad supera con creces a la ficción! Los policías que acudieron al domicilio eran increpados por los vecinos al grito de: ¡Salvajes! y ¡Banca asesina! Un agente explicaba ante las cámaras lo duro que es tener que sacar de su vivienda a personas ancianas y a niños cuando estos, agarrados a sus piernas, les piden llorando que no les echen de su casa. Y esto ocurre cuando se ha hecho público que en el año 2010 algunas Cajas de Ahorro españolas recibieron del Estado 80.000 millones de euros para sanear su situación por una mala gestión; hecho que no impidió que sus directivos cobraran sueldos millonarios.
Y mientras tanto el paro sigue creciendo. Durante el tercer trimestre se han destruido 85.000 empleos, llegando a superar el total de parados el 25% de los trabajadores, aumentando considerablemente los de larga duración que se quedan sin ninguna clase de ayuda. ¿Qué podemos hacer los ciudadanos ante este descalabro? Si la crisis económica sigue con esta virulencia, la sociedad española, según escribe Manuel Vicent en la columna dominical de El País, quedará dividida en tres partes incomunicadas: "Unos pocos ricos serán cada día más ricos; la clase media se verá reducida a la pobreza; los pobres de toda la vida bajarán otro escalón y se convertirán en mendigos" Y termina su comentario, tras dibujar una patética situación de los de siempre, con estas irónicas afirmaciones. "Puesto que la justicia social ha sido suplantada por la caridad, estarán de enhorabuena las antiguas damas del ropero parroquial y los ricos de buen corazón porque se va a imponer de nuevo el placer de la limosna". Ese placer no se ha hecho esperar. Leo en la prensa de hoy que el hombre más rico de España -un tal Amancio Ortega- ha donado a Cáritas 20 millones de euros. Bonita y apabullante cantidad que servirá para paliar situaciones de emergencia, pero no nos aclarará cuántos empleos de españoles habrá eliminado tan filantrópico señor llevando a China la confección de sus famosas ropas porque allí unas manos esclavizadas le cuestan menos dinero.

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