Zaragoza,
16-10-2.004.
Un antiguo compañero de
Seminario, defendía y razonaba su postura atea sobre la vida y la religión.
Otro, desde su creencia religiosa intentaba convencerle. Y un tercero veía la
cuestión religiosa, desde su fe, como algo tan evidente que no merecía la pena
entrar en discusión alguna. Ante lo cual yo reflexionaba y recordaba cual había
sido siempre por muchísimos Teólogos, incluido Santo Tomás de Aquino, la
postura más correcta, y recopilé lo que sigue:
¿DÓNDE ESTÁ "LO EVIDENTE"?
- En relación con la verdad, el hombre puede tener
diversas clases de certidumbres:
1ª.- La Evidencia: Es el más alto grado de certeza. Son muy pocas
las cosas evidentes. Quizás lo único evidente es la propia existencia.
"Dudo, luego existo", Descartes.
2ª.- La certeza empírica: Es la que nos proporciona
todo lo que entra en el campo de nuestra comprobación experimental. Esta
certeza admite negadores: los que aún no han hecho la experiencia o los que
temen ser engañados por sus propios sentidos.
3ª.- La certeza matemática: Tiene menos fuerza.
Responde a la actitud de la mente como fruto de una conclusión correcta a los
problemas matemáticos, pero cabe siempre un error en el proceso que lleva a la
conclusión. Los números son precisos y exactos, pero el hombre puede
tergiversar su proceso al combinarlos. (El relativismo de Einstein y de Niels
Bhor).
4ª.- La certeza racional: Es la que experimenta el
hombre en la conclusión de un razonamiento de caracter filosófico o conceptual.
Es una certeza cada vez más puesta en cuestión, pues los conceptos son menos
rigurosos y precisos que los números. Los conceptos se expresan en palabras, y
éstas tienen alcances, a menudo, diversos según quien los maneja. Aquí se
plantea todo el problema del lenguaje y su comunicación. Bertrand Russell sólo
habla de certeza empírica y matemática.
5ª.- La certeza moral: Es un acto de
fidelidad y de confianza en otra persona. Lo que no hemos verificado lo
aceptamos por el testimonio del otro del cual tenemos motivos para fiarnos. La
aceptación de ésta prueba moral dependerá del valor que cada uno dé a la
autoridad del testimonio. (Es por ejemplo, la certeza histórica).
6ª.- La probabilidad: Ya no entra en el campo de
las convicciones. El que se rige por un cáculo de probabilidad admite la
posibilidad de equivocarse, con más o menos fundamento, según sean las razones
que pueda tener para la duda o la inseguridad.
-
La Fé
religiosa, por
su misma naturaleza, no entra en el campo de la evidencia, ni de la certeza
emprírica, ni de la certeza matemática. A lo sumo el creyente podrá hablar de
una certeza racional en lo que repecta a la existencia de Dios. Creyente y Ateo
están en las mismas condiciones de certeza. El hombre ha de hacer un acto de fé
en la creencia o en la increencia, o en la duda. Pero nadie está legitimado a
imponer a los demás esa creencia-increencia-duda. (Desde ésta actitud
podremos comprobar lo que está pasando a nuestro alrededor. Y desde aquí es de
donde podrá nacer la humildad para aceptar a todos y "amarlos como Cristo
nos amó").
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