Y, por
qué Buda?
“Nació Búda, el año 556 antes de Cristo,
cerca de Benarés, la ciudad santa, en la ribera del Ganges, que limita con el
reino de Nopal. Nació en la capital Bagdad. Su padre era príncipe y su madre la
reina Maya que según la leyenda lo concibió de forma milagrosa. Sobre su nacimiento
sólo nos quedan leyendas que después pasaron a ser mitos. Muy pronto buscó el
saber convirtiéndose en el Iluminado.
“Gautama Buda, al poco de nacer, andando
hacia el sur, al norte, este y oeste, descubre los secretos del universo y tomó
posesión del mundo de una forma un tanto rara. Su padre dice que ha de llamarse
Sirarta y señala treinta y dos detalles de su grandeza futura. Destacó en su
educación entre los demás nobles del palacio, incluso en las artes
deportivas-guerreras. Se destaca de tal manera que crea preocupación en su
padre quien llega a encerrarlo en el palacio, de donde se escapa. En su salida
se encuentra con un pobre, un entierro, y un asceta, por los cuales conoce el
dolor y la miseria humana”.
“Renuncia a todo y organiza “la gran marcha”.
Se escapa del palacio por la noche. Se cuenta que los dioses sostenían los
cascos del caballo para que no hicieran ruido. Camina mucho tiempo hasta
encontrar “el atman-brahman”, su identificación con el universo, con la
sabiduría. Se pasa días y noches en contemplación, hasta que se produce su
iluminación. Sin moverse, viaja por todo el mundo. Pasa por tormentas
tenebrosas, por tentaciones sin límite que supera con su mirada iluminada”.
“Lo importante del mensaje de Buda es que,
frente a una concepción racista, individualista, y nacionalista de los brahmanes,
ofrece una salvación universal basada en la solidaridad de los hombres”.
“He aquí las cinco reglas de vuestra vida
cotidiana, dice a sus seguidores: 1) Sed compasivos y respetad al más ínfimo de
los seres. 2) Dad y recibid libremente, pero no toméis nada indebidamente. 3)
No mintáis nunca ni aunque parezca justificable la mentira. 4) Evitad las
drogas y las bebidas. 5) Respetad a la mujer y no cometáis ningún acto carnal
ilegítimo y fuera de la naturaleza”.
“Al tiempo de morir, cumplidos ya los ochenta
años, Buda deja su testamento espiritual a su discípulo Ananda: “no existe en
todos los universos sino una sola y única potencia, sin comienzo, sin fín, sin
otra ley que la suya, sin predilección, sin temor. Ella mata y ella salva sin
otro fin que realizar el Destino. La Muerte y el Dolor son las lanzaderas de su
telar. El amor y la vida son sus hijos.”
“No intentéis medir al Inconmensurable, sin
sumergir el hilo del pensamiento en lo impenetrable: el que pregunta se engaña,
el que responde se engaña”.
“No esperéis nada de los dioses impíos, ellos
también están sometidos a la ley del Karman, que nacen, envejecen y mueren,
para volver a nacer, y no han conseguido dominar su propio dolor. Esperadlo
todo de vosotros mismos, no olvidando que cada hombre crea su propia prisión,
que cada uno puede adquirir un poder superior al del mismo Indra”.
“Ananda,-su discípulo y secretario-, cuatro
son las verdades: 1) No te dejes vencer, la vida es una larga agonía, no es
sino dolor y el niño tiene derecho a llorar cuando nace. 2) El deseo viene del
deseo. El hombre quiere agarrarse a las sombras, planta en medio un falso “yo”,
y establece entorno suyo un mundo imaginario. 3) Cesación posible del dolor.
Solo se obtiene triunfando de todos los amores y arrancando del corazón las
últimas pasiones. 4) El Camino de la Salud tiene ocho caminos: a) Vigilar el
Karman; b) No tener mas que sentimientos desprovistos de avidez, maldad y
cólera; c) Vigila tus labios para que no salga mentira; d) Que cada una de las
acciones ataque una falta y ayude a adquirir un mérito; e) Pureza derecha; f)
Pensamiento derecho; g) Soledad derecha; h) Éxtasis derecho”.
“Sus últimas palabras fueron: Perseguid
vuestro fin, la SOBRIEDAD”.
“Y rodeado de sus monjes, de túnica amarilla
y cabeza rapada, expiró”.
“Su doctrina recibe el nombre de Dhama, que
se condensa en cuatro puntos: 1) ¿Negación de todo (dialéctica marxista que
permite avanzar? o aquello de “nunca más servir a señor que se me pueda morir”?).
2) Renuncia a todo apego. 3) Conciencia de igualdad de todas las criaturas. 4)
Convicción de que no hay nada estable ni permanente”.
Como se puede ver son ideas que están muy en
la actualidad en el pensamiento de los intelectuales, y sobre todo en la gran
masa de los antiglobalizadores que luchan contra el Imperio Económico. Ello
está totalmente de acuerdo con la doctrina de Jesús de Nazaret.
La actitud de Buda frente a los ritos es muy
similar a aquello del Evangelio: “no está el hombre hecho para el sábado, sino
que es el sábado el que esta hecho para el hombre”.
Pero creo que todavía es conveniente recordar
un poco más aquellas reflexiones que hacíamos al calor del Profesor Castro.
Influyeron mucho en nuestras vidas, dimos un gran paso en la comprensión de un
Dios más cercano, y creo que todavía están muy presentes en nuestros
sentimientos. Al menos así se desprende de la forma de hablar nuestra cuando
después de más de cuarenta años nos hemos vuelto a reencontrar aquellos que
fuimos estudiantes en el Seminario de Zaragoza. Físicamente algunos casi no nos
conocíamos, pero al escucharnos unos a otros los recuerdos afloraban y los
sentimientos venían a ser los mismos. Naturalmente cada uno ha seguido
derroteros distintos e ideologías políticas distintas. Pero todos convergemos
en este espíritu que se desprende de estos años de estudio. Es toda una lección
para nosotros.
“La doctrina de Buda parte del sufrimiento.
Calderón dirá que el nacimiento es el origen de todo dolor. No darse cuenta de
esto lleva a degradaciones, “encarnaciones en seres inferiores”, dirá Buda. Si
no se es fiel y sabio, se puede terminar arrastrando la panza como un
cocodrilo”.
Pero, ¿cuales son las causas para Buda del
dolor?:
1.- “El deseo. Porque todo el que desea una
cosa depende de ella y entonces se produce una inquietud. Como no se puede
alcanzar el deseo y además el deseo no tiene un objeto que llene, y arrastra
otra serie de deseos, se produce la desgarradura interna, el dolor. Se desea la
vida y se sufre por conservarla. Sufrimos en la medida en que deseamos. Aquel
que no desee nada es el que no experimentará dolor”.
2.- “Falta de dominio de sí. Esto hace que el
hombre salte, se enfade, se encolerice, que no tenga paciencia. Entonces el
hombre se hace juguete y sufre.
3.- “La ignorancia. A los pobres desheredados
no les acusa Buda, pero sí les dice que tienen ocasión de ver la verdadera
razón de la vida. Dice Buda: “en el torbellino del devenir, la inestabilidad,
el envejecimiento, la muerte de todo lo que ha tenido comienzo son inevitables;
el vivir o devenir en función de la sensación; sentir es función del deseo y
desear es función de la ignorancia”.
Tomás Malagón fundador de la HOAC con
Guillermo Rovirosa, repetiría incansablemente que “la mayor desgracia de una
persona es no saber lo desgraciado que es”. La ignorancia está más extendida de
lo que a primera vista parece.
Buda busca incesantemente el nirvana
que es “un estado de conocimiento perfecto, de liberación. Es el no-ser
de todas estas cosas que son fuente de dolor, es el liberarse de los
nacimientos y muertes constantes. Es interpretado de distintas formas:
1) El nirvana es un estado definitivo de
reposo, en el cual el hombre se encuentra después de que una profunda
meditación le ha separado del mundo de los fenómenos. El individuo entra en
posesión de su propia fuerza librándose del mundo que le rodea y alcanzando
gran personalidad.
2) El hombre haciendo abstracción del mundo
interior y exterior, de los fenómenos de la vida propia y de relación, y de su
propia existencia se identifica con la existencia del cosmos.
3) El hombre tiende hacia la nada para perder
la vida universal y particular y sumergirse en la nada.
Estas interpretaciones están hechas, en
cierta manera, con categorías occidentales. Sin embargo dan una idea de lo que
es el nirvana.
Una nota de este estado es la contemplación.
Con él, Buda, lo que quería conseguir era la superación de las reencarnaciones.
Buda desarrolló su doctrina dentro del
brahmanismo. Se extendió especialmente por China, Indochina y Japón, y encontró
dificultades en su desarrollo en la India debido a la doctrina de la distinción
de castas defendida por el brahmanismo.
Castro, además, nos dio unos apuntes sobre
Antropología Filosófica, que por ser muy extensos no voy a resumir, quizás ello
sería interesante para una reflexión en grupo desde la perspectiva actual.
También nos dio, porque se lo pedimos, un
cursillo monográfico, que al ciclostilarlo le pusimos el título de “Pidiendo
una introducción a la Teología”.
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