JULIO, 2012

Los plazeres y dulçores desta vida trabajada que tenemos, ¿qué son sino corredores, y la muerte, la celada en que caemos? Non mirando a nuestro daño, corremos a rienda suelta sin parar; desque vemos el engaño y queremos dar la vuelta no hay lugar.

JULIO, 2012

1 de julio
Ayer, con el final del mes llegó un fuerte cierzo que, sin avisar, puso en peligro numerosos toldos de las fachadas; su presencia alivió la modorra de las altas temperaturas. Y con julio, pero ya avisados, comienza el copago por los medicamentos que el médico recete a los pacientes. Sin embargo, parece que al país lo que verdaderamente le interesa es la final de la Eurocopa de fútbol que esta noche celebran las selecciones de Italia y España. En las primeras páginas de los periódicos la principal noticia con letras sobresalientes está dedicada a este espectáculo. El presidente del Gobierno y el príncipe de Asturias han anunciado que asistirán al partido, desoyendo las recomendaciones realizadas por la UE de no acudir como protesta por la encarcelación de la exministra ucraniana Yulia Timoshenko, tras un proceso considerado como meramente político
Son las cinco de la tarde y ya veo pasar por la avenida numerosos grupos de mozalbetes, y no tan jóvenes, vestidos con la camiseta roja, bufandas y diversos distintivos de la selección de fútbol, hacia lugares estratégicos en donde firmas comerciales han instalado pantallas gigantescas para ver el partido. En los balcones de muchas casas luce la bandera española -algunas con el toro como escudo- que el viento ahueca suavemente. En la terraza del edificio de enfrente se han reunido un grupo de amigos a los que veo picotear comida portando en la mano latas de bebidas; en el balcón
del sexto piso se divisa a más personas de lo habitual en espera de pasar al salón a ver el partido. Como amante del buen fútbol -fui socio durante 30 años del Zaragoza- cierro lentamente el ordenador y me traslado al cuarto de estar esperando que llegue la Hora D para España, pero no se me va de la cabeza el comentario que el gran escritor Manuel Vicent escribe en el periódico El País en su magnífica columna dominical: "Hoy, otro gol decisivo contra Italia convertiría el rescate de nuestra catástrofe económica en una enorme fiesta de botellón. La gloria consiste en cantar 'oe, oe, oe' Ni a Jenofonte se le hubiera ocurrido un grito más épico y a la vez más idiota".

2 de julio
Se confirmó lo esperado: ¡España, la mejor del mundo! La mejor como selección futbolística en un partido que ganó, bailando a su ritmo, a la fuerza italiana. Su triunfo hizo estallar en histeria colectiva a muchas personas que como posesas se lanzaron a la calle gritando: ¡somos los mejores! Y en una extraña confluencia de gritos y ruidos, los cohetes y petardos se confundían con el sonar de los claxon de los coches, al mismo tiempo que sus ocupantes sacaban por las ventanillas banderas y bufandas. La locura duró hasta bien entrada la mañana; seguro que muy pocos de los manifestantes tendrían que ir a trabajar al día siguiente.
Los periódicos dedican hoy abundantes páginas a todo color engrandeciendo el acontecimiento como algo inaudito que tardará años en repetirse. Los periodistas deportivos han convertido sus crónicas en extensos panegíricos al juego colectivo de un equipo en el que nadie desentonó. Y hasta una periodista muy unida al Gobierno actual, afirmaba que nunca se había sentido tan española como ayer al ver ondear tantas banderas nacionales y a jóvenes con sus caras pintadas a lo indio con los colores rojo y gualda. Al mismo tiempo afirmaba que sintió envidia de los italianos porque ellos cantaron muy emocionados el himno se su país con la mano en el pecho.
Yo doy gracias a que nuestro himno no tenga letra oficial como la que tenía en nuestra infancia, obligándonos a catarla brazo en alto, al estilo de los niños nazis, al terminar la jornada escolar. La Roja está de moda, nos dicen; pero hasta no hace mucho tiempo todo que oliera a rojo era visto como peligroso por los que ahora nos gobiernan. La primera vez que España ganó la Eurocopa -junio de 1964- estaba ejerciendo de maestro en Manchones. Al no existir en el pueblo ninguna TV me trasladé con el médico y el veterinario a ver el partido en la cercana Daroca. Allí, en un pequeño bar de
la calle Mayor, contemplamos en blanco y negro el triunfo de la selección española (2-1) ante la selección rusa. El gol de la victoria, marcado de cabeza en plancha por el jugador zaragocista Marcelino, puso en la cara del general Franco, presente en un palco del Bernabéu, esa sonrisa sanguinaria de poder decir. "¡España ha vencido a Rusia! Dos naciones frente a frente con mandatarios dictatoriales en las que la libertad de expresión, fuera del fútbol, era una utopía. Hoy, 48 años después, Rajoy sonríe ante el resto de Europa como diciendo ¡qué grandes somos! Mientras tanto, el rojo de las llamas de dos incendios asolan varios pueblos valencianos que tal vez no se hubiera extendido en demasía si los recortes no hubieran afectado a tantos servicios comunitarios. Pavoroso incendio que ha dejado cincuenta mil hectáreas calcinadas y ha causado la desaparición de un piloto de helicópteros bajo las aguas del pantano al que acudía en busca de agua. Qué paradoja; morir ahogado en medio del fuego.

4 de julio
Ayer, otro gran amigo abandonó este mundo. Se llamaba Miguel Luesma y era poeta. A los ochenta y tres años nos dice adiós aunque llevaba varios sin darse cuenta en qué lugar vivía; el alzhéimer había borrado de su cerebro las bellas metáforas de un mundo cósmico que él cantó en sus versos y al que ahora ha vuelto. Adiós, amigo, RIP. La Peña Niké, fundada por el gran Miguel Labordeta, ha ido perdiendo poco a poco a todos sus componentes. Rosendo Tello, el poeta de Letux, Premio de las Letras Aragonesas, a quien debo mis inclinaciones literarias como profesor de Literatura; el primer Justicia democrático de Aragón, Emilio Gastón, y el también poeta Fernando Ferreró, son los únicos supervivientes de aquella Oficina Poética Internacional (OPI) nacida en el caserón del desparecido colegio Santo Tomás de Aquino en la calle Buen Pastor de Zaragoza.

Desde esos balcones y ventanas, Santiago ve lo que pasa en la calle. Observa y reflexiona.

8 de julio
La gente joven amuebla con frecuencia sus casas con mobiliario de agradable presencia pero parcos en calidad. Son muebles y adornos fabricados en serie por manos, generalmente esclavizadas, que ayudan con su cruel esfuerzo a llenar las arcas del empresario invisible. Con la ropa ocurre exactamente igual. Es tan baja su calidad que todos los años tienen que comprar nuevos modelos por encontrarla desgastada o pasada de moda. Compran prendas llamativas que al primer lavado ya han perdido su presencia primitiva. La gente acude a las rebajas atraídas por un imán invisible que les
desconcierta. "Lo barato sale caro", decían nuestras madres. Y el refrán sigue siendo válido actualmente, aunque la profunda crisis económica que vivimos nos impide analizar las ventajas de la calidad-precio y compramos lo justo para salir del paso.
Entre mis ropas tenía jerséis confeccionados por mi esposa hace cuarenta años que solo dejaba de llevarlos cuando mi cuerpo cambiaba su estructura. Igualmente ocurría con los trajes; estaban confeccionados a medida por un sastre que te aconsejaba qué clase de tela debías comprar. Con la llegada de los tejidos sintéticos bajó la calidad de las prendas que todavía perdieron más cuando la confección se convirtió en una industria en cadena. Hoy, cuando me compro un pantalón siempre tienen que acortar las piernas y ensanchar la cintura, operación que rompe la estética, y al ponértelo el cuerpo queda descompensado. Pero las rebajas siguen a lo largo de julio y la gente acude con la pasión que sienten las abejas buscando el polen de una flor.

10 de julio
Cuando comencé los estudios de bachillerato (1949), en el libro de Ciencias Naturales había un capítulo que explicaba los estados de la materia. Me aprendí de memoria la definición que ponía de masa como: "... la sustancia de la que estaban hecho todos los cuerpos". Entonces, decía el autor, la molécula eran la parte más pequeña de la materia visible que mantenía todas las propiedades químicas. En cursos superiores, estudiando física y química, aprendí que la masa estaba formada por la unión de elementos microscópicos llamados átomos. A su vez, estas partículas tenían en su interior electrones que giraban a su alrededor y protones y neutrones escondidos en un secreto núcleo; partículas que poseían un gran poder energético si se les hacía frotar con violencia; energía que igual se podía aprovechar en beneficio de la humanidad como para causar graves daños como el producido por la explosión de las bombas atómicas. La ciencia seguía avanzando -esa es su misión- y descubrió que el protón no estaba vacío, que en su interior anidaban partículas más diminutas a las que llamaron quarks, pero que aún tenía huecos libres ocupados por otras partículas difícilmente de ver llamadas bosones. Pasó mucho tiempo hasta que ayer, 5 de julio, a las once de la mañana, el Laboratorio de Física de Partículas en donde trabajan científicos de muchos países, comunica que se ha podido ver, aunque de forma muy imprecisa, el bosón que el científico Higgs anunció hace más de cincuenta años y que algunos llamaron la partícula de Dios. Pero, de qué Dios; el de los cristianos, el de los musulmanes, el de los... Si creer en la existencia de Dios es un acto de fe, difícil lo tienen los científicos, algunos también creyentes, para explicar los secretos del Universo. Y ahora qué. Descubierta esta extraña partícula, que según dicen es "casi nada y lo es todo" -lo micro y lo macro se asemejan-, siempre tendrá la ciencia algo por descifrar; como las propiedades de ese espacio oscuro que ocupa un 25% del Universo en donde el hombre es también un microscópico fantasma lleno de bosones misteriosos que busca ansiosamente la respuesta de dónde viene y a dónde va.
Porque sientes, hablas y piensas te crees rey, el dueño de un mundo que a tu alrededor gira. La hormiga en su arcano laberinto, o el águila que rasga el corazón del viento, poseen al mundo en sus ojos con más precisión que tus dormidas manos.
Cuántos secretos por descubrir, cuántas formas de vida y muerte en primitivos universos lejanos pueden quitarte de tu provisional cima. Un descubrimiento te llevará a otro que a la vez te generará múltiples dudas.
Siéntate y espera. Investiga el dolor de tu ignorancia gota a gota, estudia el estremecerse del tiempo en el que vives y llega hasta el núcleo del alma que te habita, mas no olvides que a tu lado, siempre inquietas, las estrellas siguen escribiendo la evolución de la vida.

14 de julio
Francia celebra hoy su Fiesta Nacional recordando la toma de la Bastilla que acabó con el poder absoluto de la monarquía. Aquella sublevación del pueblo, harto de aguantar tantas injusticias, puso las primeras piedras para que una nueva sociedad se diera las leyes que ella necesitaba. En España, como todos los viernes desde que gobierna el PP -ayer fue viernes y trece- estábamos expectantes por conocer detalladamente las nuevas medidas que el Consejo de Ministros aprobó. Esta vez el recorte ha llegado a límites inimaginables, recayendo, como siempre, en los ciudadanos menos favorecidos de la sociedad: ancianos, parados, jubilados, enfermos y los sufridos funcionarios en donde el Estado parece tener su hucha particular para sacar dinero cuando lo necesita. Si duro fue oír al presidente del Gobierno enunciar las medidas a tomar, más repugnancia y tristeza produjo escuchar los aplausos con que sus acólitos acompañaban a cada uno de los recortes; felicitaciones con caras sonrientes y satisfechas que retrataban fielmente la ideología de estar por encima del bien y del mal. Satisfechos de los gritos, todavía faltaba poner la guinda con el exabrupto de: "¡Qué se jodan"! que una compañera, hija de un político imputado por fraude fiscal y cohecho, pronunció con viveza y arrogancia.
Si los anteriores recortes sociales no han sido suficientes para que la deuda disminuya ¿por qué no buscan el dinero en donde saben que se encuentra? Este tortuoso camino que tiene que recorrer el sufrido ciudadano nos llevará a revivir los olvidados estados de pobreza, hambre y escasez como en los tiempos lejanos, pero no olvidados, de la posguerra civil española. Una juventud sin trabajo, y una población hambrienta de pan y justicia, es el ambiente más propicio para que surjan ideologías peligrosas. ¿Volveremos a la lucha? Los mineros han abierto un camino que otros colectivos están dispuestos a seguir. Y el paro sigue aumentando.

18 de julio
Fecha nefasta en la historia de España. A las dos de la tarde de aquel fatídico día de 1936, parte de la guarnición militar de Sevilla se sublevó contra el Gobierno español. El día anterior, los golpistas del Ejército de África, al mando del general Franco, ya se habían apoderado del protectorado español de Marruecos. Aquella sublevación llevaría a España a los tres años más trágicos de su historia. Conviene recordar, para que no se repita, que aquella situación de la sociedad española con huelgas continuas y asesinatos clandestinos, promovidos por ideologías extremistas con su odio y sed de venganza, convirtieron el suelo español en un cementerio de muertos inútiles.
Hoy, setenta seis años después, el edificio del Congreso de los Diputados está blindado porque según ha comunicado el Gobierno, muchos congresistas se sienten presionados. Vallas de 1'5 m de altura y un centenar de policías nacionales protegidos con cascos y escudos, prohíben el paso a las personas que no tienen la debida autorización. Tristeza produce que el lugar en donde se reúnen los representantes del pueblo tenga que ser protegido contra las amenazas de ese mismo pueblo. Mañana, en 200 ciudades del territorio español, mareas blancas, negras y rojas de ciudadanos engañados, lanzarán duras consignas reivindicativas ante las delegaciones del Gobierno, alcaldías y sedes de algunos partidos políticos. Peligroso es que hasta una asociación de militares proteste criticando los recortes de ayudas importantes cuando, dicen, se realizan gastos superfluos en actos que se podían suprimir. Y para adornar la fiesta, la Prima de riesgo sube hasta su mayor altura demostrando que las medidas tomadas por el Ejecutivo no las tiene en cuenta el mundo económico. ¿No habría otros caminos para salir de esta crisis en la que estamos atascados?



19 de julio
Existen unas islas del Tesoro repartidas por todo el planeta en las que se encuentran escondidos ochenta mil millones de euros procedentes del fraude fiscal de empresas españolas; empresas que pagan por sus beneficios mucho menos que el simple trabajador al conseguir mediante ingeniería financiera eludir de forma legal más de la mitad de lo que les correspondería pagar. ¿Por qué los inspectores de Hacienda no investigan esas cuevas secretas? Cuando Cristóbal Colón descubrió en 1503 las islas Caimán en el mar Caribe, a las que llamó paraíso de las tortugas, no podría imaginar que cinco siglos después seguiría siendo un edén para que el mundo financiero blanqueara su dinero. Con solo una población de 50.000 habitantes tiene registradas más de cuarenta mil compañías y dos centenares de bancos, en cuyas cuentas descansan secretamente dinero sacado clandestinamente de sus países de origen. El privilegio que el rey británico Jorge III concedió a la colonia, eximiendo a sus súbditos pagar impuestos, todavía persiste; prerrogativa que es aprovechada por empresas de todos los países fijando allí su residencia. ¿Hacia dónde caminamos? Tal vez con menos improvisación y una verdadera información al ciudadano, indicando al puerto que nos quieren llevar, fuesen suficiente para que sus decisiones se asumieran con menos agresividad. La pancarta que el grupo de bomberos zaragozanos portaba en la manifestación era un alarde de ingenio y originalidad: "Rescatamos personas, no bancos". Idea aplaudida por todos los manifestantes.

20 de julio
Quien tiene que cuidarse es Arantxa. El último análisis sanguíneo que le han realizado demuestra que padece diabetes gestacional; ello le obliga a controlar lo que ingiere y a averiguar dos horas después de cada comida cómo asimila la glucosa. ¿Le afectará esta situación al bebé? El tiempo de su llegada está cada vez más cercano y los problemas que la madre sufre nos crea inquietud. Adriana, al menos en su lecho particular no creo que sufra, ya le tocará hacerlo cuando descubras el mundo que le aguarda.

22 de julio
Eran las once de la mañana cuando he visto salir de su casa a la mujer que con andares algo torpes debido a una disminución física, pasea a su perrito todos los días, llevando arrastrando un pequeño carro para meterlo en él si el animal se cansa. Al pasar por el portal de la casa siguiente se ha visto sorprendida por la salida de otra vecina con
un perro algo mayor que el suyo. Los dos canes, sujetos a las cadenas extensibles de sus dueñas, han sentido el impulso de olisquearse y se han enredado entre las piernas de sus dueñas. Al querer separarlos han tropezado entre ellas y las dos han caído al suelo ante el asombro de sus mascotas. En seguida, un señor que caminaba por la acera les ha ayudado a levantarse. Respuestas del susto han seguido su paseo algo separadas evitando que los perros, que seguían gritándose, volvieran a encontrarse.
Este paseo de los perros, más frecuente en horas nocturnas, los observo con frecuencia porque a través del comportamiento de sus dueños me atrevo a calificar su carácter. Los hay que tiran violentamente de ellos y otras veces son los perros los que arrastran a su amo. Afortunadamente la mayoría recogen en bolsitas los excrementos y los depositan en la papelera más próxima. Sin embargo, lo que no ha cambiado es el instinto natural de los animales a la hora de expulsar su orina. Hay un perro de raza pequeña, que desde el instante en que sale a la calle comienza a oler los postes de los semáforos, las bases de las farolas y las esquinas de todos los portales que encuentra a su paso; en algunos levanta la pata izquierda y deja en ella el marcaje de su territorio. Muchas mañanas los porteros de las fincas -cada vez quedan menos- extienden a ambos lados del portal abundante cantidad de azufre en la creencia de que el olor que desprende los espanta. Creo que los perros no le hacen asco al metaloide amarillo que yo empleaba en la viña para luchar contra el mildiu, polvoreándolo sobre las hojas; trabajo que en ocasiones me irritaban los ojos si no los protegía debidamente. El perro es más inteligente y creo que se ríe de esta medida.

Torre del Agua. Zaragoza.

23 de julio
Mi esposa, adelantándose al nacimiento de la nieta, compró en el centro comercial El Corte Inglés una cuna que vio expuesta; le gustó tanto que no dudó un instante en encargarla para que Adriana durmiera el primer año de vida. Para sorpresa nuestra la trajeron a casa metida en una caja de recio cartón, desplegada en diferentes piezas que luego había que montar como si fuera uno de esos muebles comprados en Ikea. Las instrucciones que venían eran mínimas; unas letras y unos números indicaban el orden a seguir, a lo que añadía una simple frase: "Para un correcto montaje coloque en primer lugar las ruedas". Animados por ese deseo de verla y poder vestirla, comenzamos a extender todas las piezas y los tornillos que con ellas iban comprobando que estaba todo lo que el folleto describía.
Siguiendo el consejo del fabricante buscamos las ruedas y las introducimos en lo que parecía el cabecero y los pies de la cuna. Al intentar unirlos a uno de los laterales las ruedas se movían, todo se desequilibraba y vuelta a empezar. Con paciencia, y sudando bastante, la tarde era bochornosa, iniciamos el proceso tratando de sujetar con los tornillos las cuatro partes de la cuna. Cuando creíamos que ya estaba hecho nos dimos cuenta que no podíamos introducir el tapiflex sobre el que iba el colchón. Un tanto frustrados dejamos nuestro puzle con la intención de seguir al día siguiente.
Y al tajo volvimos en tono desafiante para demostrarnos que el reto lo íbamos a superar. Deshicimos lo que habíamos montado, olvidamos la norma de colocar primeramente las ruedas y comenzamos el montaje dejando los tornillos sin apretar en su totalidad. De esta forma pudimos introducir el tapiflex con cierta facilidad para luego terminar de sujetar bien todos los tornillos. Introducir las ruedas en los cabezales fue fue lo último que realizamos. La cuna, con su pequeño colchón, sábanas blanquísimas y colcha color rosa, quedaba en estado de exposición como mi esposa la había visto en la tienda. Celebramos nuestro triunfo con un beso a pesar de que nuestras caras estaban sudorosas. Sin embargo, esta alegría se esfumó en parte cuando divisamos en un lateral un letrerito que decía: Made in China. ¿Venden en España algo que no se fabrique allí? Para completar el ciclo de la vida solo falta que las féretros vengan también del monstruo asiático.
Y los vecinos de enfrente musulmanes, ya llevan tres días celebrando su Ramadán. Desde el día en que llegó la luna nueva, noveno mes del año en su calendario, guardan la comida y el erotismo para las horas nocturnas. Durante el día dejan de comer, beber y fumar; y aunque en esta ocasión no notarán tanto el sacrificio porque la mayoría se encuentran en situación de paro, las altas temperaturas de agosto les harán sentir los síntomas de la deshidratación. Qué rarezas exigen los dioses a sus seguidores. Y cuántas guerras y muertos han causado sus leyes. A los gritos de "¡Alá es grande!" o "¡Deus lo vol!", como gritó el rey cristiano Alfonso I en los montes de Juslibol antes de conquistar Zaragoza, cuántos muertes inútiles se han producido.

26 de julio
Desde mi atalaya contemplo con qué cuidado y ternura pasean algunos matrimonios ancianos cogidos de la mano, o del bracete, como decíamos los novios en nuestros lejanos tiempos. Caminan paso a paso con la mirada puesta en el suelo, esquivando los desniveles que las maltrechas aceras de la avenida Navarra tienen. Vistos desde arriba, sus cabezas blanqueadas se balancean al ritmo lento de sus andares y a los misteriosos pensamientos de sus almas. Sus vidas, habituadas a dolencias y a la soledad que les acompaña, asumen el destino que les espera sin olvidar ese traje de cariño, afecto y bondad que les envuelve.
En mi época juvenil, llevar del brazo a una joven era la confirmación del noviazgo. En los pueblos el ir de esa forma paseando por la calle Mayor daba a los novios un reconocimiento oficial que anunciaba próxima boda, aunque a veces la pareja iba acompañada por otra joven que cumplía la misión de "llevar la cesta". ¡Cuánto han cambiado los gestos! Hoy, muchos adolescentes, cogen a su chico o a su chica por cualquier parte del cuerpo y a la vista del todo el mundo no tienen prejuicios en abrazarse en prolongados besos y caricias apasionadas. De aquella sociedad pacata que medía la moral por la cantidad de pierna o brazo que enseñaba la mujer, se ha pasado al "todo vale" y en cualquier parte. Hoy, la mayoría de jóvenes llegan al matrimonio habiendo gozado los secretos y placeres que la sexualidad encierra, aunque muchos no hayan descubierto el valor del verdadero amor. Las parejas sentimentales, también llamadas Parejas de Hecho, casi superan a las que están unidas por matrimonio civil o religioso; el dar el paso definitivo les cuesta porque de esta forma se sienten más libres. Y hasta las personas viudas, aunque tengan edad avanzada, buscan alguien con quien compartir con cierta ternura la soledad. ¡Cuánto vale la compañía de alguien que te quiera! Los términos esposa y marido están desapareciendo del vocabulario; sus sustitutos -pareja sentimental, compañera, amigo y amiga- ganan adeptos; pero con la misma facilidad que se unen se separan. Según las estadística oficiales, el año 2010 se produjeron en España 110.000 disoluciones matrimoniales de las que 100.000 acabaron en divorcio: 273 al día. El 50% de los divorciados tenían hijos menores de edad. ¿Cómo influye en sus vidas este hecho? Es difícil penetrar en los sentimientos de un adolescente. Muchos niños y jóvenes, ante situaciones conflictivas familiares, interiorizan sus problemas en un mundo extraño que en muchas ocasiones les crean verdaderos traumas síquicos. Por mi experiencia en la educación he visto cómo bajan su rendimiento académico, al mismo tiempo que su carácter se vuelve desconfiado y huraño si la separación de sus padres ha sido violenta. Algunos logran salvar la situación, pero los hay que quedan marcados para siempre. Este desbarajuste emocional traslada a la sociedad actual nuevos problemas de convivencia y a los que las autoridades ven difícil solución.

27 de julio
Ayer celebré mi onomástica con la misma ilusión de siempre. La fiesta de Santiago apóstol, que años atrás era festiva en toda España, hoy solamente se celebra en Galicia. Mis hijos, hermanas y primos, así como algunos amigos que todavía recuerdan mi nombre, no se olvidaron de felicitarme; el oír sus voces me recuerdan escenas con ellos vividas y ponen sana nostalgia en mi alrededor. Sin embargo, mi preocupación está en Arantxa y los problemas que sufre: sus pies se le hinchan como columnas y ha perdido algo de peso cuando a estas alturas del embarazo su aumento debería ser constante; la diabetes gestacional, obligándola a comer con cierto régimen, tal vez sea la causa. Esperemos a ver qué le dice su médico a quien visita mañana.

29 de julio
Solamente faltan seis días para celebrar las Bodas de Oro matrimoniales. Estoy intranquilo porque el libro que he escrito como homenaje a mi esposa todavía está en la imprenta. El editor, un buen amigo, me dice que no me preocupe, que llegará a tiempo; pero la impaciencia de poder palparlo se asemeja a la espera del nacimiento de un hijo. Desde que me jubilé -junio de 2001- este es mi octavo libro; un libro muy íntimo que solo leerán los familiares y amigos. Los extraños lo verían algo cursi porque la mayoría desconocen qué significa haber vivido toda una vida junto a la persona con la que has compartido las alegrías y temores que en el camino encuentras. Espero que mi vena escritora no se termine aquí y pueda publicarse también este Diario que día a día voy elaborando.

Puente de Piedra sobre el río Ebro. Zaragoza

31 de julio
El lugar que ha elegido mi esposa para celebrar la comida de nuestro aniversario no ha podido ser más apropiado: el Club Náutico en la ribera derecha del Ebro. Este escenario tiene para los dos un significado especial. Fue paseando por esa orilla cuando hace 50 años decidimos cansarnos. Así lo cuento en mi libro Pizarra y clarión.
"Recuerdas, amor. Fue la tarde del sábado de gloria de 1962. Las radios ya habían dejado los sermones cuaresmales y los cines volvían a abrir sus puertas con
estrenos de películas largamente esperadas. Salimos de tu nueva casa, en la entrada del barrio de la Química, y cogidos de la mano iniciamos el paseo por la orilla del Ebro contemplando el alarmante caudal de agua que arrastraba. Algo notaste en mí porque tú, que siempre me mirabas con ternura, te pusiste seria y me preguntaste qué me pasaba. Y yo, que ante tu mirada siempre me ponía alegre y feliz, no me atrevía a contarte mis pensamientos cuando siempre había sido para ti un espejo limpio de brumas. Seguimos caminando algo tensos. Sabía que el querer encierra el riesgo de perder la dicha, pero tú significabas para mí todo lo bueno que la vida me había regalado y no lo podía dejar escapar. ¿Podría vivir sin tus consejos, sin la ternura que ponías cuando algún problema se me presentaba? El mundo a tu lado tenía otro significado, invitaba a verlo con ojos de esperanza, con mirada de selva virgen en constante primavera. Era un ir y venir en un juego continuo en donde mis pensamientos, unas veces solo y otras acompañado, se deslizaban soñando con lo imposible.
Realizando un esfuerzo profundo, apreté tus manos y mirándote con desafío te dije con voz decida:
- ¿Por qué no nos casamos el próximo verano?
-¡Como los príncipes Juan Carlos y Sofía que lo hacen el próximo mes!- exclamaste sonriente.
-No es porque lo hagan ellos. Es que yo te necesito siempre a mi lado.
Te solté cuidadosamente esperando en en tu mirada una respuesta positiva. Dudaste en responder; tus ojos, ahora inquietos, no aguantaron mi tensa espera. Seguimos paseando sin pronunciar palabra, oyendo solamente el ruido que el agua del río producía; la basílica del Pilar era testigo de la escena. Solamente duró dos minutos que a mí me parecieron horas. Y allí, junto al puente de Piedra, salió de tu dulce boca la frase que más deseaba:
- Cariño, ¡cuánta ilusión me haría!
La tarde, que ya comenzaba a alargar sus sombras, se puso de repente alegre. Entramos en el puente y mirando al río que bajo nuestros pies pasaba atrevido y violento, le gritamos con fuerza:
-¡Sí, río. Nos queremos casar; y ni tu violencia ni tu fuerza romperá el compromiso!
Nuestras palabras recogidas en un alargado eco fueron a esconderse en las profundidades del misterioso pozo de San Lázaro de la margen izquierda; un espectacular remolino de la corriente nos saludó con sonsonete festivo. Entramos en la calle San Gil y acelerando el paso llegamos al cine Latino: Fred Astaire y Leslie Caron nos invitaron a contemplar la reposición de “Papá, piernas largas”, una encantadora película de amor y danza entre un veterano profesor y su joven alumna".
Volver al lugar cincuenta años después, con el recuerdo vivo de aquella escena, lo convierte en una estampa idílica que hace aflorar sentimientos que creía olvidados.